Ambos equipos empezaron tanteándose, dando más importancia a la defensa que al ataque, por lo que se llegó al final del primer cuarto con un pírrico 11-10, que hacía presagiar que el partido iba a ser tosco.
El segundo cuarto fue más de lo mismo, con ambos equipos teniendo problemas para anotar con fluidez y más preocupados de no recibir puntos que de anotarlos. Así se llegó al descanso con 25-19 y todo por decidir en la segunda mitad.
El tercer cuarto fue clave en el partido. Los totaneros salieron muy enchufados, mientras los molinenses parecían desconectados totalmente. y con un parcial de 15-2 en los primeros 5 minutos del cuarto los nuestros parecían romper el partido, 40-21 minuto 25.
Pero el de Molina no es un equipo que se caracterice por rendirse fácilmente, y lucharon como gato panza arriba para acortar diferencias, llegando al final de este tercer cuarto 46-33.
En el último cuarto los visitantes pusieron toda la carne en el asador, llegando a bajar de la barrera psicológica de los 10 puntos, 48-41 minuto 34, pero los totaneros supieron reaccionar y volver a poner tierra de por medio, llegando al final con una cómoda renta de 10 puntos que no daba lugar a disgustos, 57-47 que hace justicia al gran trabajo defensivo de los nuestros.
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